Agilidad, tech skills y soft skills: más allá del mundo del software. De la mano de nuestra CEO Laura Zanitti
Tuve el privilegio de participar en una charla organizada por Crombie en la UTN Facultad Regional Santa Fe, donde Shraddha Jose (Scrum Máster) y Zachary Lee (Product Owner) de PUMA Group compartieron su experiencia y conocimientos sobre metodologías ágiles. Fue un espacio enriquecedor en el que se generó un intercambio valioso junto a Laura Mó, Ana Leconte y Luciano Mulinari, dejando claro que la aplicación de frameworks ágiles no es solo una tendencia, sino una necesidad en el mundo empresarial global.
Como Ingeniera Industrial, con una visión enfocada en procesos, y después de años de experiencia en distintas empresas, estoy convencida de que las herramientas que ordenan y optimizan los procesos de negocio son esenciales para afrontar los desafíos actuales. La agilidad, como framework de trabajo, se posiciona como un pilar clave en esta transformación.
Agilidad: más allá del software
Aunque las metodologías ágiles nacieron en el mundo del desarrollo de software, sus principios son aplicables a todo tipo de organizaciones y sectores. Al centrarse en flexibilidad, colaboración y un enfoque en el cliente, las metodologías ágiles permiten dividir el trabajo en ciclos cortos (sprints), ajustándose rápidamente a los cambios del entorno.
Este enfoque no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también potencia la capacidad de las empresas para entregar valor de manera consistente. Es una forma de trabajo que prioriza el aprendizaje continuo, la transparencia y la responsabilidad compartida, valores que benefician tanto a las personas como a las organizaciones en su conjunto.
¿Qué son las soft skills?
Las soft skills, o habilidades blandas, son un conjunto de competencias sociales que permiten a las personas relacionarse con otras y desempeñarse en su entorno. Se trata de aptitudes que están más vinculadas a los valores y actitudes de una persona, que a sus habilidades técnicas.
¿Qué son las tech skills?
Las tech skills o habilidades tecnológicas son los conocimientos y habilidades que se necesitan para realizar tareas específicas. Son prácticas y se relacionan con áreas científicas, matemáticas, informáticas o mecánicas.
La combinación de tech skills y soft skills
Implementar metodologías ágiles requiere una combinación de habilidades técnicas y habilidades blandas.
Tech skills:
Estas no se limitan al conocimiento del software o la tecnología, sino que abarcan cualquier habilidad técnica necesaria para gestionar procesos, ya sea en producción, logística, ventas o marketing. La comprensión técnica es fundamental para diseñar, implementar y mejorar los flujos de trabajo.
Soft skills:
Aquí es donde la verdadera magia sucede. Trabajar de manera ágil implica fomentar un entorno donde predomine el trabajo en equipo, la comunicación efectiva, la empatía y la capacidad de tomar decisiones basadas en prioridades claras. Además, el liderazgo juega un papel crucial: un líder ágil no impone soluciones, sino que facilita el desarrollo del equipo, haciendo las preguntas correctas y promoviendo un ambiente que inspire creatividad e innovación.
En un mundo donde las habilidades técnicas a menudo se ven como el centro de los procesos, las soft skills son el motor que impulsa su efectividad. Son las que permiten que las ideas se conviertan en acciones concretas y sostenibles.
Un espacio de aprendizaje colaborativo
La charla no solo fue un espacio para aprender sobre agilidad, sino también una oportunidad para reflexionar sobre el impacto de la colaboración entre academia y empresas. Estos encuentros son esenciales para conectar el conocimiento teórico con casos prácticos, inspirando tanto a estudiantes como a profesionales a seguir explorando nuevas formas de trabajar y pensar.
🌍 Este tipo de eventos no solo amplían nuestro conocimiento técnico, sino también nuestra confianza y habilidades de comunicación en un idioma clave para el mundo globalizado.
Conclusión
La agilidad, con su equilibrio entre tech skills y soft skills, es más que una metodología: es un cambio de mentalidad que puede transformar organizaciones enteras. Incorporar sus principios permite a las empresas no solo adaptarse a los cambios, sino también aprovecharlos para crecer y mejorar continuamente. Eventos como estos nos recuerdan la importancia del aprendizaje colaborativo, donde academia y empresas convergen para construir un futuro más conectado, innovador y eficiente. La agilidad, en su esencia, nos enseña que el verdadero valor radica en las personas y en la forma en que trabajan juntas para alcanzar un objetivo común.